Ocho consejos para no aburrir en las presentaciones
Hablar frente a una audiencia puede ser aterrador y desafiante, sobre todo si no lo has hecho antes. Necesitas muchas preparación previa para poder aumentar tu confianza y aprovechar la oportunidad de conseguir un impacto directo en la percepción de tu público.Los detalles sobre cómo dar una presentación espectacular varían dependiendo del tema en cuestión, pero en general, todas ellas comparten algunos aspectos básicos. Sigue estos ocho consejos que te compartimos a continuación; si eres capaz de dominarlos, mejorarás automáticamente tus habilidades para dar buenas presentaciones.
Conoce tu audiencia: Anticípate, piensa qué podría ser significativo y qué tipo de historias resonarán en ellos.
Planifica tu presentación en papel, en lugar de PowerPoint o Keynote: Realiza una planificación detallada por escrito. Anota los temas que deseas abordar, te ayudará a tener un proceso mental mucho más creativo.
Sé interactivo con tu audiencia: Capta la atención del público en el inicio a través de sentido del humor inteligente o una anécdota personal. Aunque si no estás acostumbrado a contar chistes y te sentirías incómodo, no te esfuerces, una presentación no es un buen lugar para empezar a hacerlo.
No impidas que hagan preguntas y participen: Las presentaciones son mucho más efectivas cuando se desarrollan a través de una comunicación en ambas direcciones. Si no te gustan las preguntas y respuestas durante la presentación, pide hacerlo al final.
Consigue ayuda externa: Practica tu discurso con tus amigos, ellos notarán detalles que a ti se te escapan; esto te ayudará a NO LEER LA PRESENTACIÓN. Si de pronto te pierdes, puedes echarle un vistazo al texto, pero lo peor que puedes hacer es sonar como un robot.
Hazla VISUAL: El objetivo es hacer llegar el mensaje con claridad. Los gráficos también ayudan a evitar la monotonía.
Sé flexible: No veas la presentación como un guion que se sigue al pie de la letra. Debes ser capaz de evaluar lo que tu audiencia sabe sobre el tema y modificar la presentación para satisfacer sus necesidades con el tiempo del que dispones.
Mantenla corta: Di todo lo que tengas que decir con el mínimo de palabras posibles. Tus presentaciones deben ser sencillas, concisas y libres de complejidades.
Dar una buena presentación no es un talento especial, de hecho, cualquier persona puede llevar a cabo una presentación profesional. Pero como cualquier especialista respetado, se requiere preparación y práctica. Por cierto, si te equivocas en medio de una presentación, ¡qué no cunda el pánico! Admite el error, ríete y sigue adelante. ¿Tienes algún consejo que ofrecernos? Si has sido testigo de presentaciones interesantes últimamente, nos encantaría que nos contaras más al respecto.
Fuentes: